viernes, 29 de marzo de 2013


Tal vez lo difícil era seguir el ritmo con los pies de los demás,
tal vez lo difícil no era hacerse entender sino entenderlos a ellos
pararse a pensar que podría pasar si el siguiente escalón no existía.
¿Si la música se detiene de improviso, cuál será el siguiente paso?
¿Qué pasará si todo es una ilusión órfica producto de lirios estrellados?

Volvamos al inicio, un dos tres, un paso hacia el lado, para la izquierda o derecha
Volvamos a pensar que siempre decidirán por ti
y sin embargo nunca se les pidió el servicio
Queremos ayuda para bajar el escalón, pero la caja de música empieza a fallar
Y trastabillamos y volvemos y no

¿Otra vez?

No, no te entiendo, no entiendo esas grafías que intentan remplazar mis palabras y las imágenes que veo y no veo en la acera camino a la oscuridad de los sueños que no puedo existir frente a un gran cambio de seres que no sé qué escribir y que no sé qué decirles frente a su muerte prematura

Ya nadie incendia el mundo*
se han olvidado de soñar
y esperan que cada día acabe,
esperando sentados, siempre sentados
al atardecer, al sol naranja

Esperan tirados, quitándose las mantas
y espantan a los perros que lamían sus llagas, 
       - los apalean-

Se han olvidado de reír
se han olvidado de todo
aun así recuerdan como todo debe ser

Se sientan en sillitas pintadas de blanco
todo cae y tiene su lugar
esta semana se apegó a su agenda

Han apestado al pobre azar que busca aliados
que busca aliados bajo las rocas, 
en el fondo de una botella, al final del humo

Ya nadie quiere incendiar el mundo
y siguen repitiendo las frases
pobre Rotten vaticinando el futuro NO FUN

¿Dónde estabas ayer, maldito Iggy
con tus pasos de marica
para espantarlos esta noche?

Oh George boy! Muy gay para los gay
tan hermoso para los heteros
tu maquillaje que hacia suspirar a las niñas idiotas que te perseguían

El sueño deja de ser importante cuando ya tienes suficiente de el
y no se consigue nada NADA mirando como las teclas se pintan solas de negro, de mugre
y como todo se llena de polvo, malditos ácaros que piensan el mundo como propiedad suya

Que el gobierno salve nuestra propiedad privada

Y Que me salve de mi gripe de 10 semanas



*frase tomada del poemario de Victoria  Guerrero 

sábado, 12 de enero de 2013

Nunca antes había enfrentado estas calles sobrio,
nunca había paseado con los sentidos en su lugar
nunca sin tambalearme de a lado,
las luces de esta noche resultan raras
cuando los postes no danzan para uno.

La verdad, sí las enfrente sobrio, pero no sólo
siempre había un pequeño ser que me guiaba
a través de esta ciudad espantosa, que crece como monstruo
que te arrastra a su vientre, a su núcleo húmedo.

Ese pequeño ser me tomaba de la mano,
me susurraba y me advertía de los baches en el camino.
Encontraba todas las rutas de escape de ellos
de sus ladridos, de sus mordidas, de sus ojos furiosos.

Un día desapareció dejando tras de sí hojas sin pisar.
Yo me arropé a la entrada de la casa,
hasta que mis monstruos me sacaron a empujones del lugar,
me arrastraron con ellos a desafiar esos ladridos fantasmales
y a los gritos de otras personas.

Ahora ando sobrio, por estas calles que he recorrido mil veces.
Hoy ante esta luz, puedo ver por fin sus verdaderos colores
mis pupilas no están dilatadas y camino sin pedir perdón
en mi mano hay otra, un pequeño ser me acompaña,

           -al final nunca estuve sólo-

Pobre hijo mío, si supiera que es él quien guía a su padre
y no al revés, que es él quien lo protege
Me paro firme, mirada penetrante,
pero es él quien finalmente los aleja.
Las ilusiones se alzan, prestas a caer
 sobre la mente de personajes despavoridos
                que corren sin atender a los colores de su llamada

la quería conocer por dentro, en su ser psicodélico,
y adentrar, siempre de negro, en sus agujeros multicolor
          un viaje misterioso a los sueños de agua

Las palabras de los personajes en su huida,
me recuerdan que soy viento, que puedo volar
    me cojo de la ilusión más cercana y espero el despegue

Alcanzarla en el atardecer 

2ª Sesión de terapia

Tengo que safar, el humo ha golpeado mi pecho duramente, me ha hecho torcerme en el piso mientras ruego agua por mi garganta incendiada. El humo sube a mi cabeza y la aturde y mi mente se hace más clara y siento su voz en mi cuello, en mis neuronas, en mis manos pidiéndome que lo deje libre. Pienso que escapar es inútil, pienso que no puedo correr y solo atino a agazaparme al suelo para que éste deje de moverse y le dé un respiro a mi sentido de orientación. Permito una vez más que todos se junten alrededor mío y jadeen ansiosos por mi carne y esperen a que caiga dormido, otra vez, para hacerse de los pedazos aun sanos de mi cuerpo.